Mírame
Una mirada inolvidable.
Crecí escuchando que mi madre era un tronco de mujer… que era invencible… una guerrera. De niña, la idea de una guerrera era la de una con capa de acero, que se viste con una coraza de concreto y que ni el viento más inclemente la puede tumbar.
Cuando fui madurando descubrí su verdadera arma de combate: Su fragilidad.
Contrario a lo que solía pensar… amo saber que mi guerrera favorita está hecha de vulnerabilidad. Ser así, la hace profundamente genuina y noble, siempre está dispuesta a ver lo mejor de cada persona, de cada situación, incluso inconscientemente. Con su manera tan pura de ser, ella me enseña todos los días a ser una mujer abiertamente sensible sin miedo a mostrarlo.
Sé que el mejor regalo que puedo darle a Má en esta vida… es construir mi mundo desde el amor y trabajo constantemente para hacerlo, pensando en ella, siempre, en cada paso que doy.
@cr_hazim